sábado, 4 de octubre de 2008

La vida según Erre


Siempre hay una primera vez, y esta fue la de Federico. Desde su retorno a la convivencia con Mía, lamentablemente, no atraviesa su mejor momento sexual. El orgullo machista se ve amenazado con un principio de impotencia y su mujer busca ayuda por todos los medios. Yolanda, la suegra de Mía y nueva reemplazante de Ester en el estudio como secretaria, no dudó en sugerirle algunos secretos.
Dolores no aprende con los hombres, aunque tampoco ninguno parece ser ejemplo de enseñanza. Román le mintió acerca de su profesión, y ella se siente traicionada. Una vez más, se refugió en la barra de un bar sin imaginar encontrarse con un viejo amigo. Freddy, el dueño del lugar, se encargó de hacerle recordar cuan apasionada era su amistad. Tres horas después, Mariano con su confesión llegaron a su casa. No puede evitar amarla, aunque para ella, hoy, ya es tarde.
El parto de Vicky ya deja de parecer lejano. El futuro de “Erre”, como sus padres lo apodaron, y la inmadurez de su entorno, preocupa a Inés. Aldo, el abuelo, tampoco la ayuda, sino que fiel a su alma de niño se suma a las bromas y a los juegos de su hija y su yerno. Germán quiere realizar un documental para que “erre”, de grande, sea testigo de sus momentos previos a ser parte de este mundo. Por lo pronto, el bebé sólo podrá ver como su mamá y su abuela vivían peleando.

No hay comentarios: