miércoles, 19 de noviembre de 2008

De parto

Bienvenido Erre. Con la ayuda de su madre y Dolores, y bajo la atenta y desorbitada mirada de Germán, Vicky pudo dar a luz en su propia casa. Luego de un parto muy doloroso por la falta de anestesia, llegó al mundo un nuevo integrante masculino a la familia Menier – Asturias. Esta experiencia ratificó las ganas de Dolores de intentar tener un hijo.
Por su parte, Mía no pudo afrontar la supuesta partida de Federico. En un ataque de nervios se desmayó corriendo por la calle y sorpresivamente pidió que llamen a Eva, la mamá de Dolores.
En el hospital, las tres socias volverán a estar juntas. Mía, internada, se refugiará en los brazos de Eva, como si fuera su madre. Se siente sola y no tiene a quién recurrir más que sus amigas.
Inés, quién acompañó a Vicky a controlar la salud de su nieto recién nacido, se encontrará con Álvaro después de un tiempo considerado. Para su desagrado, el doctor la trató como cualquier otra mujer, e inevitablemente sus nervios no pudieron ocultarse debido a esta indiferencia.
Dolores recibirá otro duro golpe. Adormecida por los somníferos confesó a su madre las ganas de ser mamá, pero Eva se vio obligada a contarle un gran secreto. Desde pequeña, los médicos dudaron de su fertilidad natural. Por lo pronto, sólo le queda la posibilidad de hacerse estudios y soñar con que su cuerpo evolucionó con el tiempo.

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