Mía y su marido eran los abogados defensores de una empresa médica que era acusada de abandono de persona. Enfrente tenían -nada más ni nada menos- que a Inés y a Dolores, socias de un prestigioso buffet de abogados.
En el medio del juicio, Mía dedujo –por actitudes, miradas y anotaciones en la agenda de su marido- que la jueza del caso había vivido una relación amorosa con su cónyuge. Esto, sumado a la situación que vivió esa mañana, hizo que explotara pidiendo que aparten del caso a la letrada. Con esa revelación desmoronó la estrategia de su esposo Y también se vengó de él.
Pese al placer que sintió en Tribunales, se deprimió y se sintió muy sola. En ese momento, la llamó a Inés quien la invitó a tomar algo a la casa de Dolores.
Así comenzó todo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario