martes, 22 de abril de 2008

Mujeres con identidad propia

“Socias”. Unitario. Miércoles a las 22.15, por Canal 13. Una producción de Pol-ka. Producción general: Adrián Suar. Director de contenidos: Marcos Carnevale. Autoras: Marta Bertoldi y Silvina Frejdkes. Dirección: Pablo Fischerman. Elenco: Mercedes Morán, Nancy Dupláa, Andrea Pietra, Víctor Laplace, Martín Seefeld, Federico D´Elía y Gonzalo Heredia, entre otros.

Fruto del éxito internacional que alcanzaron “Sex and the City” y “Amas de casa desesperadas”, cuando aparece una ficción televisiva con las mujeres en el centro de la trama, se teme que termine siendo el clon de alguna de ellas o una mezcla de ambas. Eso podría haber sucedido con “Socias”, el unitario de Pol-ka que narra las aventuras y desventuras de tres abogadas. Sin embargo, a juzgar por lo visto en la primera entrega, las autoras, Marta Bertoldi y Silvina Frejdkes, se las ingeniaron para crear un producto con identidad propia.

Con excelente ritmo televisivo, en la noche del debut “Socias” presentó a los personajes del mejor modo posible, es decir, poniéndolos en acción. Así, antes por sus conductas que por sus dichos, se supo que Inés Asturias –estupenda la interpretación de Mercedes Morán– es una optimista incurable que apuesta al éxito en las empresas menos alentadoras, como la decisión de mudarse a la casa de su novio, Ricardo (Víctor Laplace), donde la pareja deberá convivir con dos adolescentes conflictivos, el hijo de él (Martín Piroyanski) y la hija de ella (Vanesa González). La otra abogada del trío protagónico es Dolores Mollet (Nancy Dupláa), una soltera de 35 años, sin pareja estable, con el complejo de Edipo por resolver y una tendencia desenfrenada a llevarse el mundo por delante y los hombres a la cama. En las antípodas de Dolores, está Mía Pontevedra (Andrea Pietra), una mujer insegura, frágil y algo ingenua, pero que al descubrir a su marido (Federico D´Elía), abogado también, en la cama junto a su secretaria, sacó las uñas de la venganza cuando y donde él menos lo esperaba.

A las tres abogadas, se las vio desenvolverse en una audiencia judicial. Allí, Inés y Dolores representaban al demandante, y Mía, al demandado. Pero, consecuencia de la furia de Mía contra su esposo, al final del capítulo las tres mujeres terminaron de socias en el estudio que hasta entonces sólo compartían Dolores e Inés.

Con una narración y una dirección ágiles, una puesta en escena bien calibrada y una solvente resolución de los rubros técnicos, el primer envío posicionó a “Socias” como un producto de calidad.

El diseño de los personajes presentó, no obstante, cierto desequilibrio en el perfil de Mía, cuya personalidad dominante y avasalladora tuvo en el guión un subrayado innecesario que obligó a Nancy Dupláa a tocar una cuerda demasiado alejada del naturalismo que se les permite a sus compañeras de elenco y que contribuye a la verosimilitud de la historia. Por otra parte, las personalidades de las tres abogadas tienen el atractivo de los opuestos complementarios y, en tal sentido, parece innecesario enfatizar las características de cualquiera de ellas.

Si el unitario de Pol-ka sigue el camino que comenzó a transitar en el primer episodio, lo que se puede esperar de “Socias” es por demás alentador: una ficción que pinta el universo femenino sin caer en los clichés del feminismo ni en el recurso demagógico de hacerles guiños constantes a las espectadoras en detrimento de la platea masculina. En el cine, la literatura y la televisión, en verdad, no existen las historias de mujeres para mujeres; lo que hay son historias bien y mal contadas. Las que son bien narradas, seducen a cualquiera, sin distinción de géneros. “Socias” podrá integrar esa categoría si no baja el nivel que exhibió en el debut.

Fuente: Revista-noticias.com.ar

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