Las tres abogadas ingresaron en un mundo desconocido hasta el momento: las tribus urbanas. A raíz de un caso, las socias debieron familiarizarse con los “Emos”, con los masificados “Fotologs” y con las iniciaciones de rituales en sectas.
Dolores tuvo que ir a dar clases de Instrucción Cívica a una escuela pública para cumplir con la “probation” que le había impuesto la justicia. Los alumnos del colegio terminaron siendo más complicados de lo que se imaginaba y la abogada debió ponerse firme y estricta para disciplinarlos. Allí conoció a Pablo, un chico retraído que era blanco permanente de burlas y de malos tratos por parte de sus compañeros.
Inés recibió en el estudio la visita de Lucrecia quien le solicitó ayuda legal para resolver un problema que tuvo con unas fotos. Durante la conversación, Lucrecia confesó que se había separado de Álvaro. La noticia movilizó mucho a la abogada, quien terminó visitando al cirujano para terminar compartiendo ambos una apasionada noche de amor.
Mía continuó con sus citas con Lucio, pero su ex marido está en plan “reconquista de su mujer” y eso entorpece la incipiente relación de la abogada con el ginecólogo. Los dos hombres quisieron ayudar a sacarle una moneda que se había tragado Mateo, una situación que incomoda a Federico.
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