domingo, 22 de junio de 2008

Varones que las hacen lucir

Son los hombres que están detrás de Mercedes Morán, Andrea Pietra y Nancy Dupláa en "Socias", el unitario de los miércoles de Canal 13. Aquí hablan del valor de ser buenos soportes de las actrices y de poder contar historias femeninas, pero no feministas. Tres hombres sin prejuicios.

Si detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, con Socias (la tira de Pol-ka que va los miércoles a las 22.30 por Canal 13), la ecuación se invierte. Detrás de Inés (Mercedes Morán), Dolores (Nancy Dupláa) y Mia (Andrea Pietra) están sus grandes hombres. O al menos, aquellos que alcanzan la categoría masculina más rasa con sus defectos y virtudes. Víctor Laplace es Ricardo, juez de la Nación y marido de Inés; Federico D'Elía interpreta a su tocayo Federico, un abogado metrosexual, ex marido de Mia y Gonzalo Heredia, a Mariano, novio de Dolores y joven brillante en el mundo de las leyes.

Cada uno representa a una generación y a un estilo de hombre bien distinto, en una historia donde las mujeres son grandes protagonistas.¿Cómo lo viven ustedes y sus personajes?
D'Elía: Somos una pieza fundamental y trabajamos poco, por suerte. Es ideal. (risas).

Laplace:Qué buena síntesis: trabajan las chicas, mucho, y nosostros somos el apoyo logístico. Creo que la tira refleja un cambio televisivo fuerte, porque durante años sólo había programas para hombres y las mujeres no tenían protagonismo. Esta es una vuelta de página importante, porque, además, los personajes femeninos pasan por los conflictos de las mujeres de hoy, con su trabajo, sus parejas, sus hijos. A mí me gusta que el programa no tenga esa mirada de dedo levantado.

D'Elía: Está bueno, porque la historia te permite espiar un poco la vida de las mujeres.

Heredia:Uno se puede meter en un universo amplio y complejo que es interesante conocer.

D'Elía: Creo que eso es posible, porque los personajes están muy bien armados; con muy poco cuentan mucho. Se sabe de ellos cuando ellas están solas y hablan de ellos y en las escenas en las que los tipos aparecen.

Laplace: Es un gran mérito del guión que hacen Marta Betoldi y Silvina Fredjkes y también de una elección exhautiva de otros pequeños roles como el del médico o el policía, con buenos actores que sostienen. Y además, porque las actrices son compañeras tranquilas, sin ataques de divismo.

Heredia: Eso se agradece mucho. Lo mismo que la dirección de Pablo Fischerman; él te dice poco, pero cuando lo hace, la pega. Y todos trabajamos de igual a igual.

Laplace: A mí me gusta mucho participar de esta historia contada desde el punto de vista de la mujer, sin ser feminista. Me divierte hacer un personaje que colabora para que se entienda el por qué estas mujeres tienen las frustaciones que tienen: ¡porque también tienen a estos tipos al lado! (risas). Alguien tiene que hacer el malo de la película.

Cómodos en los roles de consortes, cónyuges o acompañantes que tienen sus personajes, los actores disfrutan de ese mundo femenino del que forman parte y el que, a la vez, pueden observar desde afuera con curiosidad. De un lado y otro de la pantalla, se divierten y chusmean mientras ellas trabajan. Sin culpas ni complejos.

Estos personajes, ¿reflejan a los otros hombres reales de sus generaciones?
Laplace: No quisiera generalizar, porque Ricardo es un Juez penal de la Nación y no conozco muchos hombres de su categoría, tan formales. Imaginátelo ahora, lo llevan a analizarse, porque de ser un solitario, tiene a su hijo, los hijos de su mujer, la madre de su mujer. Y ella que ahora tiene un amante. Pobre, está en un quilombo importante... Eso es fantástico para desarrollar desde lo actoral. Y a pesar de todo el humor surge naturalmente de las situaciones.

D'Elía: Por suerte, no es una historia solemne, porque un mundo de abogados y jueces, podría ser terriblemente moplo. Los actores agradecemos eso, sobre todo nosotros que tenemos más tiempo para pensar nuestros matices, de trabajar algunas cosas que enriquecen a los personajes.

Laplace: En mi caso, le están pasando cosas que lo superan, le agarran ataques de nervios, tiene taquicardia. Se hace el canchero y es un pobre tipo. Es como hacer un personaje del neorrealismo italiano. Y está bueno que vaya transformándose.

D'Elía: Yo no lo pensé tanto en relación a su franja generacional. Sí tomé cosas de personas reales que conozco. Tomé el look del abogado Fernando Burlando que es de La Plata y estudiaba con mi hermano. Porque no podía hacer de un metrosexual sin imaginarme a alguien en concreto. Y después tomé características de un amigo mío que es como este Federico: ve un culo y se da vuelta. No lo puede evitar, no es ni bueno ni malo, es así, no tiene idea de que puede dañar al otro, es como un adolescente tardío.

Heredia: Ninguno es tan bueno o tan malo, son muy humanos, cometen errores, pero después se reivindican. Yo sabía desde el principio que mi personaje, Mariano, iba a ser contenedor, pero a medida que avanzaban las escenas, empezaron a aparecer también otras cosas, como la convivencia y lo que eso implica, sus aristas. Lo de Mariano y Dolores no pasa sólo por una cuestión sexual, hay otras cosas detrás. El se juega, apuesta continuamente. Y encima el.también tiene que lidiar con su profesión y con el entorno.

D'Elía: Son personajes complejos, van y vienen todo el tiempo. El que hace Gonzalo es como un personaje salvador, podría ser el peor y es el que recupera, el enamorado. Las chicas mueren por Gonzalo.

Heredia: No me fijo en eso. Trato de ser actor con toda su complejidad. Soy como una esponja que absorbe todo lo que ve, me sirve para mi trabajo. No me gusta ponerme en un lugar como el de galán. Estoy aprendiendo mucho de todos y ellos no lo saben. Para mí, ésta es una gran experiencia.

Se ve que tienen controlados sus egos.
D'Elía: Sí. A mí me encanta que ellas sean las protagonistas.

Heredia: Estamos felices así, porque cada escena que nos toca es un mundo inmenso para contar. Y nos podemos lucir en eso.

Laplace: Está bueno como hombre saber replegarse un poco, dejar las cosas en manos de las mujeres y cumplir con la parte que nos toca. También es una tranquilidad no tener todo el peso de la historia central encima.

Es una cuestión de foco. A veces les toca el primer plano y otras veces, no.
D'Eía:Tal cual. Además es verdad eso de que no hay personajes chicos. Todos somos piezas fundamentales.

La poeta mexicana Sor Juan Inés de la Cruz, en pleno siglo XVI, escribió:
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón
sin ver que sóis la ocasión de lo mismo que culpáis.

Varios siglos después, algunos varones empiezan a hacerse cargo de su parte.

Un presente cargado de trabajo
Además de sus roles en Socias, los actores tienen más proyectos en su presente. Víctor Laplace acaba de estrenar en el teatro Alvear, el musical Pepino el 88, que cuenta los inicios del teatro argentino, con Laplace, en la piel de Pepe Podestá, el payaso que inauguró los monólogos políticos, y Karina K y Alejandro Paker en el elenco. Además, prepara una película con guión propio y de Sergio Bizzio. "Es una historia que habla de los celos en los vínculos y los malos entendidos que se llama El amor que me juraste, con mucho humor. Y también trabajo en dos documentales".

Por su parte, Federico D`Elía tiene varios frentes. "De lunes a viernes de 10 a 13 estoy en Radio Uno con el programa Fe de ratas, junto a mi amigo Martín Seefeld". Además, los viernes a las 22.30 conduce Golpe a golpe, un docu-reality sobre el mundo del boxeo. También conduce Historia a la carta, por History Channel.

A su vez, Gonzalo Heredia se prepara, entre otras cosas, para filmar una película.

Al lado de...
Se supone, como su nombre lo indica, que en la pareja manda la paridad. No debería haber detrás de todo gran..., ni delante de, pero sí un al lado de, que luego cada quien verá dónde lo (y se) coloca. La ficción suele mostrar pocos pares, en beneficio de revelar la mayor cantidad de conflictos posibles, pero no por eso, ni Socias ni Los machos en su momento agitaron únicamente la bandera de las "parejas de a uno". Por eso, para hablar del universo femenino, con la lupa puesta más en el alma que en el cuerpo, las autoras del unitario supieron que sin hombres no hay Socias que valgan.

Muchos muchachos para las abogadas
Si bien el foco central de la historia tiene caras femeninas, además del trío que forman Víctor Laplace, Federico D’Elía y Gonzalo Heredia, hay más protagonistas masculinos en la tira. Uno es Alvaro Cárdenas Alonso, personificado por Martín Seefeld. Cirujano plástico prestigioso y millonario, casado con una modelo y con un hijo, tiene un romance con Inés (Mercedes Morán), su gran amor del pasado. Esta semana, Alvaro e Inés tendrán un fogoso encuentro sexual.

Otro que empezará a rondar la vida de Mia (Andrea Pietra) es Lucio (Gustavo Garzón), un ginecólogo denunciado por una paciente, que se acerca al estudio para que las abogadas lo representen. El flechazo entre ambos será inmediato y ayudará a Mía a olvidarse de su ex marido.

Lito Cruz interpreta al padre de Dolores (Nancy Dupláa), hombre ausente en la vida de su hija, seductor compulsivo e inestable emocionalmente.

Y Martín Piroyanski es Germán, el hijo de Ricardo, rebelde y enamorado de la hija de Inés.

Lo femenino, una tendencia mundial

La presencia femenina preponderante es una tendencia que, al parecer, llegó para quedarse en la televisión mundial. Ya con el avasallante cuarteto de Sex and the City arranca el fenómeno que pone a las mujeres en primer plano, con sus deseos, miedos, ansiedades, amores, fracasos y sueños, mostrados sin filtros. Y con mucho glamour. Amas de casa desesperadas, la versión original continuó el camino en Estados Unidos y también con versiones locales en distintos países de Latinoamérica, empezando por la Argentina. Y están Lipstick jungle, Toilette, y sigue la lista.

Fuente: Clarín.com

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