El décimo capítulo fue testigo de la primera pelea fuerte entre las socias, hubo otras discusiones pero ninguna tuvo una razón tan grave y determinante como esta.
Resulta que Dolores fue detenida acusada por un colega de lesiones y amenazas. Es por eso que Inés, Mía y Mariano se hicieron cargo de su defensa pero –por suerte o por desgracia- el caso recayó en manos de Ricardo. Pero a pesar de ser el marido de Inés, el juez no les hizo la tarea tan sencilla como esperaban.
Y para sumarle más leña al fuego, Inés encontró de casualidad el video en el que se ve a su amiga Dolores besándose con Ricardo. Esta revelación la derrumbó por completo y desató una crisis entre las socias. Y como si fuera poco, mientras su cabeza estaba ocupada tratando de entender este embrollo, sufrió un pequeño accidente con el auto que la obligó a llevar un cuello ortopédico.
Mientras tanto Mía conoció a Lucio (Gustavo Garzón), un ginecólogo que fue denunciado por una paciente y se acercó al estudio para que las abogadas lo representen. El flechazo entre ambos fue inmediato. Pero hay un nuevo problema: Dolores se atiende con Lucio y esto a Mía la aleja del médico.
Y, para terminar, gracias a la ingenuidad de Mía –que le dio las llaves a un ladrón teóricamente recuperado- les desvalijaron el estudio.
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